Artículo original - Liliana Elguezabal - Septiembre 2020
En Avenida Eva Perón y Lisandro de la Torre, frente a la cancha de Nueva Chicago, el emblemático club de Mataderos, se encuentra otro espacio significativo para la historia y el presente barrial: Los Perales.
La piedra fundamental de esta obra de vivienda social, una de las más importantes del gobierno peronista, fue colocada el 13 de septiembre de 1947, en un acto encabezado por el Ministro de Obras Públicas Guillermo Borda. Se terminó en septiembre de 1949, cuando junto con las viviendas fue inaugurada la Escuela Justicialista.
El barrio consta de 45 pabellones de 3 pisos, con 1068 departamentos, 888 de dos dormitorios y 180 de tres dormitorios. Se trata de bloques o tiras bajos y alargados, implantados en una zona parquizada y con densa arboleda. Incluye un centro cívico con locales comerciales, escuela, biblioteca y un polideportivo. La superficie del terreno es de 200.000 m². Los bloques o tiras se edificaron con estructura de hormigón armado y cerramientos de mampostería. Su imagen, con fachadas sin ornamentos, refiere al estilo racionalista.
Fue construido en el marco del Plan de Vivienda Eva Perón, dependiente de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, con fondos del Banco Hipotecario Nacional. Mediante este plan y otros proyectos se realizaron en la ciudad 9 barrios, con diferentes criterios urbanísticos y estilos arquitectónicos. De los pabellones de Los Perales, 39 fueron ejecutados durante el peronismo y seis se agregaron durante el gobierno de Frondizi.
Si bien hay antecedentes de construcción de viviendas por el estado, es en la década del 40 cuando el déficit habitacional y las condiciones de vida de los sectores populares, se transforma en una cuestión social.
La Ley Nacional 9677, había creado, en 1915, la Comisión Nacional de Casas Baratas, con la función de atender las necesidades de los obreros. Pero entre ese año y 1943 sólo se construyeron 977.
Entre 1943 y 1955, la vivienda ingresa a la agenda pública, como un aspecto fundamental de la justicia social, pero, además, como un elemento clave en la política económica que promueve el desarrollo del capital nacional industrial. En el marco del Primer y Segundo Plan Quinquenal se impulsa al sector de la construcción por su capacidad de generar empleo, demandar insumos y crear capital fijo. El crédito barato se instala como una acción de distribución del ingreso. En la misma dirección, la reforma Constitucional de 1949, incorpora, junto a otros derechos sociales, el Derecho a la Vivienda en el Artículo 14 bis y se refiere en su Capítulo IV a “La función social de la propiedad, el capital y la actividad económica”.
En 1948, la sanción de la Ley 13.512, completa el marco normativo para facilitar el acceso a la vivienda, al permitir la subdivisión en propiedad horizontal de los edificios, la adquisición por parte de los inquilinos de las viviendas que alquilaban y la inversión en construcción de viviendas en todos los centros urbanos.
En 1955, con el golpe de Estado autodenominado Revolución Libertadora, que derrocó a Perón, el barrio Los Perales, fue renombrado Manuel Dorrego, y la Escuela Justicialista, Roma. Se evidenció entonces la discriminación hacia sus ocupantes que fueron calificados como “cabecitas negras”, por su origen humilde, y el barrio como “nido de ratas peronistas”.
La Ley 4874, sancionada por la Legislatura porteña el 5 de diciembre de 2013, restituyó oficialmente el nombre con el que siempre fue conocido por sus habitantes y por los vecinos de Mataderos: Los Perales. Un nombre que guarda memoria del lugar donde nuestros padres o abuelos, como travesura infantil, iban a “juntar fruta”, para comerla a la sombra de un árbol en un barrio que todavía era suburbio.
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