Fecha de subida: 19 Enero 2023
Enlace a nota original: 28 de Enero de 2013 por BlogOpinar
Desde pequeño las imaginaba representantes de la Era Industrial, íconos de la incesante labor que se desarrollaba en las fábricas nacionales, estilizadas con los detalles que delataban un inequívoco origen inglés.
En verdad estas ventiletas que todos llamamos "chimeneas" fueron construidas por empresas de origen británico que también desarrollaron el sistema cloacal y pluvial de la Ciudad de Buenos Aires. Según se cuenta, incluso los ladrillos que componen las ventiletas fueron traídos desde Gran Bretaña, cosa que no sorprende ya que era bastante usual por aquellos tiempos ,que debido a que las obligaciones de los créditos contraídos nos forzaran a comprar todo a Gran Bretaña.
Luego de construido, el sistema fue mantenido y ampliado por Obras Sanitarias de la Nación, posteriormente por Aguas Argentinas y actualmente por AySA. Sus estructuras de ladrillo colorado, mantienen una forma octogonal en todo su recorrido, creciendo en altura de mayor a menor hasta su extremo superior, que termina en un remate de material muy decorativo y agradable, al que normalmente se le suma un pararrayos y una baliza nocturna por si las moscas. En todas ellas, la base surge a partir de una especie de casamata cuadrada de tres metros por lado de material y de otros tres metros de altura con terminaciones decorativas y desde allí aparece la estructura de ladrillos que en algunos lugares llega a los 35 metros de altura o tal vez más.
Son todas iguales aunque están en distintos puntos de la Ciudad. Fueron hechas entre 1880 y 1920 para ventilar el sistema de cloacas de la populosa Ciudad de Buenos Aires. Como decíamos, lo cierto es que no son chimeneas de combustión sino ventilaciones del sistema cloacal de la Ciudad. “Estas ventiletas construidas por los ingleses alrededor de 1910 permiten que circule el aire por las cañerías cloacales subterráneas y que venteen sus gases”, confirma el vecino del taller mecánico que está enfrente de la chimenea de Inclán. “Es por eso que siguen rigurosamente el circuito de las cloacas mayores de la Ciudad, que son las que van a desembocar en Berazategui”, completó con total rigor científico.
Efectivamente los residuos cloacales confluían en las cuatro cloacas máximas y llegaban hasta la Planta Elevadora de Wilde, desde donde eran expulsados al río, a la altura de Berazategui. Las chimeneas de ladrillo construidas entre 1880 y 1920 son las que permiten tanto el venteo de los gases que emanan los residuos cloacales y su oxigenación, como su escurrimiento evitando el vacío por succión. Un complejo sistema que, como todas las obras hechas por OSN entre finales del siglo XIX y principios del XX, eran mucho más que una simple obra de ingeniería: eran declamación de modernidad. La cloaca mayor tiene un diámetro de aproximadamente tres metros, de forma abovedada. La parte más antigua es de ladrillos y las más nueva, que no deben tener menos de 80 años, están hechas con caños de fundición de hierro. De no tener cada tres ó cuatro kilómetros un tubo de ventilación, como las ventiletas, la red reventaría por la acumulación de gases, sobre todo butano.
Como complemento de estas ventiletas existen también en varios lugares de nuestra ciudad, sobre todo en la parte del bajo de Belgrano, antigua zona de studs, unas columnas de fundición de hierro con aspecto de farol de luz de gas o kerosene que cumplen las mismas funciones de las pseudo chimeneas pero corresponden a la red cloacal secundaria. Para quienes quieran visitarlas, o al menos tomar alguna fotografía para el recuerdo, algunas de estas chimeneas o ventiletas se encuentran en las siguientes coordenadas: Washington, entre Congreso y Quesada (barrio de Coghlan); Alvaréz Thomas, entre Forest y 14 de Julio (las ocho esquinas, casi pegadito a la pizzería La Mezeta); Humbold entre Murillo y Padilla (junto a la cancha de Atlanta); Eduardo Acevedo entre Díaz Vélez y Juan Felipe Aranguren (Parque Centenario); Inclan entre avenida La Plata y Muñiz (fondos de Caballito, donde se encontraba el viejo Gasómetro de San Lorenzo de Almagro); Gaona y San Nicolás (Floresta); Murgiondo y Coronel Eugenio Garzón (Mataderos), Av. Regimiento Patricios y Lamadrid, entre otras. Además se las pueden encontrar, con idénticas características, en la provincia de Buenos Aires hacia el sur de la Ciudad, llegando hasta la localidad de Berazategui, pasando por Valentín Alsina, Avellaneda, Sarandí, Wilde, Don Bosco, Quilmes, etc. Torre de ventilación de la cloaca máxima. Obras de salubridad. Empresa constructora: Juan B. Medici Dirección, Buenos Aires c.1890. Documento Fotográfico. Inventario 335022. Archivo General de la Nación Argentina Taluego
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